Septiembre 22
En las entrevistas que he realizado hasta el momento he encontrado varias cosas interesantes:
- Me parecen más enriquecedoras las entrevistas de a más de una persona. Esto porque tienden a retroalimentarse y recordar más a través de los comentarios del otro, entonces hay una conversación más fluida y con más información.
- Es muy importante hablar del contexto de la vida personal y el contexto histórico.
- Hipótesis 1: Uno recuerda más del tiempo de la infancia que cuando estaba más grande. A mayor edad, otras podían ser las prioridades y la consciencia sobre el entorno se desdibujaba.
- Empiezo a pensar opciones para el prototipo. Algo que ha emocionado mucho a las personas que he entrevistado es la idea de tener un archivo con las narraciones de esas vivencias sonoras. Un estilo de “museo”, para escuchar a los otros, recordarse en aquellos momentos, escuchar sobre las vidas de otras personas. Esa es una idea que me gusta mucho, un espacio digital para que alguien entre y vayan corriendo las conversaciones y recuerdos sonoros. Cada sonido tendría unos metadatos como la persona, el barrio, los años. Es un artefacto digital que uno pondría para investigar o simplemente para escuchar (Ejemplo: escucharlo mientras se hace un hacer textil)
- La importancia de los afectos en mi tesis: la memoria de la vida propia que genera unas sensaciones o emociones, en retrospectiva, distintas a las de esos momentos. Hasta el momento, relaciones afectivas con los lugares que se habitaron, mucha consciencia de cómo eran, recuerdos bastante nítidos.
- “Los sonidos que escucho en mi cabeza” – la capacidad de reproducir el sonido mentalmente aunque ya no exista o no se escuche. Necesidad de intentar recrearlo vocalmente.
- El sonido como algo intrinsecamente relacionado a los otros sentidos dentro del recuerdo. Hace parte de una escena más completa, sin embargo, eso no le quita la importancia. Los recuerdos vienen con las voces y los sonidos.