Inspiración

Desde lo teórico, el desarrollo de este proyecto se inspira en la puesta en diálogo de conceptos, teorías y expresiones que a pesar de provenir desde diferentes disciplinas, se cuestionan alrededor de la experiencia subjetiva humana (lo fenoménico) y su relación con aquello que, en un intento de comprensión, se ha denotado bajo conceptos como lo místico, lo divino, lo sublime o lo psicodélico.

Así mismo, pone dichos conceptos y teorías en relación las condiciones sociales y materiales que impone el mundo contemporáneo al hombre, las cuales desembocan en un alejamiento de dicha experiencia y en un “problema espiritual”. Ejemplos de esto son la corriente continua de estímulos (digitales y materiales) que exigen ser atendidos, los ritmos de vida basados en el movimiento y afán desenfrenados y la continua exigencia que los individuos imponen a sí mismos en torno a la productividad, la transformación para el acercamiento a ideales social y económicamente compartidos / impuestos.

Paralelamente, desde la intuición /sensación se inspira en de una serie de experiencias personales en donde, de un modo u otro, la razón ha dejado de reinar la consciencia, dando lugar a una nueva comprensión de la realidad; una comprensión que emana la sensación de certeza o verdad y paralelamente resulta congruente aquellos conceptos relatados desde los marcos de la espiritualidad y el misticismo.


La búsqueda emprendida podría resumirse en la siguiente reflexión:

La experiencia de lo numinoso constituye uno de los arquetipos esenciales en la psique y, aunque se ha manifestado de diferentes formas, durante milenios ha sido esencial para el bienestar de su vida anímica. Mientras tanto, el mundo contemporáneo separa al individuo de aquella experiencia dadas las condiciones materiales y sociales que le impone. En este sentido ¿Es posible generar escenarios que promuevan un contacto del individuo con ella? ¿Resulta el arte, a través su influencia directa en la percepción, un medio idóneo para proveer experiencias numinosas.


Aquellos conceptos y teorías provienen desde los campos de la psicología (tanto de corte analítico como cognitivo), las tradiciones filosóficas no occidentales (en especial el budismo), los estudios- relatos relcionados con lo psicodélico, la fenomenología y algunas manifestaciones artísticas dentro de los campos del Light Art, el Op Art, el Psychedelic art, el romanticismo y el videoarte.

Desde la psicología analítica se postula la idea de que el ser humano no es únicamente heredero de una base biológica sino que a su vez hereda una serie de elementos mentales llamados Arquetipos, los cuales se formaron a través de miles de años y que han acompañado a la especie hasta el día de hoy. Estos elementos han sido representados simbólicamente a través de diferentes medios y el contacto con los mismos resulta de vital importancia para el bienestar de los individuos.

En particular a lo largo de su historia el hombre ha buscado superar los límites de sí mismo y contactar no con una fuerza que considera superior que abarca a la naturaleza y así mismo y qué desprende sensaciones de asombro, enigma y reverencia. Para esto, ha realizado diversas actividades -rituales, uso de plantas, practicas medidativas- que alteran sus estados de consciencia habituales. De igual modo, han representado dichas experiencias a través de expresiones culturales y artísticas.

Sin embargo, la representación simbólica de esta fuerza no es la misma en todas las épocas ya que se ve modificada en función de la sensibilidad y las condiciones de vida de los individuos en un momento determinado.

En este sentido podemos evidenciar en la manifestación artística de diversas religiones o tradiciones espirituales la presencia de regularidades, bien sea en relación a las configuraciones formales que adquieren o bien sea en relación a los símbolos qué utilizan para representar aquello de lo que quieren hablar.

Asimismo es posible evidenciar regularidades o puntos en común en creaciones indígenas, creaciones primitivas y expresiones de “enfermos mentales” o “místicos” que realizan el acto de creación de un modo compulsivo e inconsciente.

Finalmente podemos encontrar que artistas de diferentes épocas y a través de distintos medios, no sólo recogen de algún modo los simbolismos representados en los otros ámbitos indicados, sino que de forma recurrente utilizan medios particulares para explorar aquello que denominan “experiencia sublime”.

En el campo de la fenomenología autores como John Dewey conceptualizan la experiencia como un fenómeno que no ocurre de modo aislado en la mente o el pensamiento de los individuos sino que se ve afectado directamente por los estímulos sensoriales con los que entran en contacto.

Es posible identificar por ejemplo que en las expresiones simbólicas nombradas anteriormente, son utilizados una serie de recursos como las ilusiones o engaños perceptivos, la sobre estimulación sensorial, la repetición de patrones con frecuencias y distribuciones particulares y la utilización de materialidades específicas.

Este tipo de recursos, por su parte, han sido abordados desde la investigación básica en psicología cognitiva y neurociencia, buscando explicar su influencia con base en el funcionamiento de los aparatos perceptivos y el cerebro humano; a la par que se busca entenderlos formalmente a partir de modelos matemáticos.