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Apprehending the Inaccessible

Consideraciones sobre el capítulo Unidad y Separación: Freud y la filosofía griega, escrito por Richard Askay y Jensen Farquhar en su libro Aprehendiendo lo inaccesible. Psicoanálisis freudiano y fenomenología existencial

En término generales, el capítulo expone las influencias explícitas e implícitas que tuvo Sigmund Fred de la filosofía antigua, especialmente de Empédocles y de Platón. Respecto al primero, Askay y Farquhar (2006) expresan que uno de los ejes que unen a ambos autores es la preocupación por la conexión entre lo que permanece y el cambio (o unificación contra la separación), esto, como sabemos, es clave en la filosofía de Empédocles a partir de los principios del amor y del odio (cuestión que sintetiza gran parte de la discusión sobre los principios duales en los presocráticos), lo que, para Freud, según los autores del capítulo, se expresa en la dualidad eros y destrucción, relaciones ambas que son consideradas cíclicas en la naturaleza. Respecto a Platón, uno de los puntos claves de esta relación se refiere, a su vez, a la idea del eros, lo cual en Freud se puede asimilar a la fuerza del lívido del psicoanálisis. A su vez, el eros incluye y preserva, en términos generales, la unidad del ser y de todo lo que es en ambos autores (Platón y Freud) (Askay y Farquhar, p. 63). Respecto a la idea de los sueños:

[…] Freud clearly agreed with Plato that we all have desires thar we consider to be shameful and are revealed only in dreams, and this is possible the rational part of us is slumbering, enabling our lawless desires to gain greater expression.

(2006, p. 63)

La distorsión de los sueños, para Platón, es resultado de un apetito de pensamientos racionales, y por tanto necesitan de una interpretación del contenido conducido por la razón. Esto lleva a una similitud en el método de ambos autores para revelar conocimientos, tal como es la dialéctica y la práctica terapéutica (en ambos casos se busca un camino que pretenda aprehender lo inaccesible en el individuo; además que son procesos que ocurren entre dos personas y donde el resultado de la verdad es, casi siempre, poco confortable para los analizados, que creen saber más de lo que saben). Así, pues:

In Plato, ignorance was believed to arise from focusing attention upon the everyday, changing objects of perception and appetites; for Freud it occurred, for example, in hysteria, because one did not want to knows.

(Askay y Farquhar, p. 71)

Para Platón y Freud, un individuo saludable es el que ha sido liberado y restablecido de estos elementos (en cada caso) para llenar su propia naturaleza. Aquí encuentro lo interesante de este capítulo y que se conecta con lo que he investigado, y es el tema de lo lleno y lo vacío. Pero antes de plantear esto, concluyamos con otra relación que establecen Askay y Farquhar entre ambos pensadores, y es la teoría tripartita del ser. Las tres partes se exponen (Platón: apetitos, espíritu y razón; Freud: ello, super yo y yo) a conflictos constantes, aunque pueden crearse alianzas y cada parte puede y domina al ser en diferentes tiempos. La relación entre apetitos y ello tiene características como las que siguen: conectados íntimamente con las influencias del cuerpo; fuente de diversos deseos; búsqueda de los placeres y buscan evitar el dolor, entre otras. La relación entre espíritu y super yo comparte atributos como la no racionalidad, pero oponiéndose a los apetitos o impulsos instintivos. Finalmente, la relación entre lo racional y el yo involucran intrínsecamente la razón. Tanto en Platón como en Freud, la parte racional del ser busca tener el mejor control posible de las otras partes del ser, las cuales muchas veces se impulsan en diferentes direcciones (2006, p. 65). Para ambos, la parte irracional del ser es considerada la más baja o subrepticia.

Ahora bien, respecto a lo lleno y lo vacío, esta teoría tripartita del ser puede convertirse en un punto clave. Los autores sostienen que cuando las partes del ser están fuera de balance, una persona tiende a estar enfermo, y cuando se encuentran en armonía, la persona es saludable. Para Freud, la neurosis es la salida de una nula armonía mental (p. 67). Más adelante se dice que una persona está sana cuando las partes del ser están llenas de sus respectivos y adecuadas funciones y tareas. Así, la armonía se establece por sí misma con ella misma (Askay y Farquhar, 2006, p. 67). Lo que, en los tratados hipocráticos, y con anterioridad en los presocráticos, tenía que ver con principios de la naturaleza y materias orgánicas del cuerpo, aquí pasan a ser, al menos en Platón, que es lo que interesa, funciones y tareas de las partes del ser. Esto lo ampliaremos en nuestro documento sobre Platón.

Referencias

Askay, R. y Farquhar, J. (2006). Unity and Separation: Freud and Greek Philosophy. En Apprehending the Inaccessible. Freudian Psychoanalysis and Existential Phenomenology. Northwestern University Press. 54-71.

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