
«Reflexionemos un poco más sobre esto, y consideremos qué coyunturas, tanto de tiempo como de medios, pueden convenirnos para nuestro plan». Hamlet. Acto IV, escena 7.
Todo este proyecto, por supuesto, tiene un complejo engranaje invisible de números, llamadas telefónicas, mensajes, acarreos, reuniones, presupuestos, ensayos, espacios, compras, organigramas, notas en cuadernos, notas en el celular, negociaciones, discusiones, promesas y empeños para que la obra se haga visible.
Sin la producción y la organización de un plan a ejecutar, es imposible poner a andar la maquinaria necesaria para realizar la obra. Se puede pensar, también aquí, en la naturaleza doble, de ser y no ser, de cada elemento que en el dispositivo aparece como artístico y poético. La naturaleza invisible de una nuez abierta en medio del espacio implica un viaje a Europa desde el cual trajeron la nuez con su cáscara sin abrir; robar el pedestal negro de la casa materna; hablar con un ex militar que ahora se dedica a los acarreos para llevar el pedestal y otros objetos el día de la muestra; caminar por el centro de la ciudad buscando el terciopelo negro sobre el que se pondrá la nuez (y aprender que el terciopelo de mejor calidad es escaso y muy costoso y que casi no se consigue); pedirle a una persona en un taller de carpintería que corte la nuez a la mitad e invitarla a una cerveza por el favor; volver al centro porque sólo allí, sobre la Caracas, se consigue (a buen precio) un domo transparente de acrílico para cubrir la nuez; reservar el estudio intermedial en un horario en el que coincida con los tiempos libres del actor y el músico; hacer una plegaria (de rodillas) a Jesús, el Buda y el espíritu de Shakespeare para que la reserva se pueda hacer en ese horario específico a final de semestre porque el estudio siempre está ocupado; probar con el técnico de la sala el modo de iluminar el objeto y pactar el momento específico en que la luz entrará o se irá durante la activación actoral/performática; percatarse de que será necesario contar con un técnico que pueda manejar luces, sonido y video al mismo tiempo y prometerle que más adelante habrá un pago por su labor, pero que por ahora le puedo prestar mis servicios de actor o director; y una vez que el público ha visto la bella nuez abierta en medio del espacio y hecho sus asociaciones mentales de acuerdo a lo que ve y dice Hamlet, se emprende el camino inverso de desmontaje.
Todo este hermoso y colorido camino se lleva a cabo de modo similar en todo el proyecto con 2 actores, 1 chelista, 1 coro de cuatro personas, 1 daga, 1 libro, 1 flauta de millo, 1 cortometraje, 4 videos, 12 pistas de audio, 1 jefe técnico, 1 escalera, 1 looper, 1 micrófono, 1 trípode para micrófono, 4 monitores de audio, 3 pantallas/o monitores de video, 2 videobeams, 4 audífonos, 1 cámara 360, 1 gafas de realidad virtual, 1 alfombra roja, 1 vela, 1 caja de fósforos, cables hdmi, cables de corriente, extensiones, 15 luces aprox (par, elipsoidal, led, fresnel), 1 consola de luces, 1 computador con licencia vigente de Resolum, 1 rack para vestuario, vestuario de luto talla XL para Juan Pablo/Hamlet, 12 sillas, 2 bancas para tres personas, 6 butacas, tierra mojada, 2 botellas de cerveza, 1 carretilla, 1 radio viejo, un parlante chiquito, 1 pala, 1 pica, bolsas negras de basura, vestuario para Hernán/Sepulturero, 1 cuadro con marco dorado, 1 medallita de Colombia, 1 bloque de hielo que se desangra y 3 micrófonos shotgun que amplifican el sonido de cada gota que cae, entre otros.
Como es un trabajo dispendioso, que no suele ser lo más agradable de hacer en el proceso de creación, pero sin lo cual ese proceso no tiene vida, es la única fotografía que hemos puesto a color, para reconocer su importancia dentro del proceso y que, siendo algo que se puede interpretar como gris y aburrido, es lo que permite que todo lo demás brille.

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El trabajo con el texto / El espacio / El actor/performer / Los objetos / El sonido / La imagen/ La música / El público / La iluminación
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